Aniversario Patrio del Perú: más que fiesta, un llamado a la dignidad
“Largo tiempo el peruano oprimido...”
En aquella estrofa resonaba el peso de la injusticia. Hoy, en pleno 2025, los peruanos han perdido su capacidad de indignación, como si la opresión ya fuese parte de la costumbre.
Secuestro del Estado: Narcotráfico y crimen organizado
El Estado peruano ha sido arrebatado por redes mafiosas. Las bandas criminales, fortalecidas por la complicidad de altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, han llegado a derrocar, incluso, a un presidente constitucional. Actualmente las operaciones del narcotráfico actúan con una impunidad alarmante, infiltrando estructuras estatales.
El caso Castillo: ¿Golpe o simulacro judicial?
El expresidente Pedro Castillo enfrenta juicio por rebelión tras su intento de disolver el Congreso el 7 de diciembre de 2022. La fiscalía solicita 34 años de prisión, y el proceso fue calificado por Castillo como “una farsa” y “politizado”.
En febrero de 2025 comenzó el juicio oral en una base policial, sin apoyo militar, que resultó en la detención inmediata del presidente de origen rural.
El exmandatario inició una huelga de hambre en marzo para protestar por supuestas irregularidades del tribunal.
Corrupción e impunidad: saqueo masivo
Mientras tanto, las mafias saquean las arcas públicas. Un coronel de La Libertad, ex miembro de la PNP, fue detenido con 250 000 soles por extorsión, incluido dentro de una estructura criminal que involucra a policías corruptos.
La masacre de los 13 mineros en Pataz —ejecutados tras un secuestro el 25 de abril de 2025— expone la violencia de bandas ligadas a la minería ilegal y la inacción del Estado.
Democracia en terapia: de modelo a grieta
Desde diciembre de 2022, el modelo democrático está en vía muerta. La desconfianza y el caos institucional son tan profundos que ya no hay banderas de izquierda o derecha: solo queda la urgencia de proteger la dignidad nacional.
Este aniversario patrio debería ser el momento de recuperar la indignación nacional y usarla como motor para la transformación.
¿Qué debemos hacer?
Reactivar la indignación ciudadana: denunciar la corrupción todos los días.
Exigir transparencia electoral y judicial, rompiendo redes entre narcos y magistrados.
Unirnos en una causa nacional: que en las próximas elecciones, más que ideologías, defensemos la dignidad republicana.
Fortalecer el espacio democrático que, aunque endeble, permite contrastar ideas civilizadamente.
Reflexión patriótica
Este 28 de julio no podemos celebrarlo con desdén. Es hora de recuperar nuestra rabia moral, de no permitir que las instituciones sean terreras de narcoviolencia y saqueo. Que en estas fiestas patrias, el sentido de comunidad y justicia renazca en cada peruano.
Porque la verdadera independencia no es solo dejar de ser colonia, sino dejar de ser corruptos, indiferentes y cómplices. Que el clamor patriótico no se apague: todos contra los delincuentes, por una democracia digna.